UNA CENA EN CASA DE "LA NENA" GOMEZ ALLER

Han transcurrido ocho años desde la velada que tuvo lugar en un chalet de la Urbanización As Grades, en Mayo de 2006.

Por entonces, el joven Alfonso Rueda, tras su largo trayecto de meritoriaje desde juvenil en la filas del PP, acababa de ser nombrado Secretario General del partido en Galicia. Y la dueña de la casa, Angeles Gomez-Aller, "La Nena", consideró llegado el momento que había estado esperando para sacar beneficio del hecho de que su hijo, Pablo Quintero Gomez-Aller, está casado con una hermana (Patricia) de la mujer de Rueda (Marta). De apellido Coloret Lamas. La coyuntura del recién estrenado cargo le pareció perfecta para convocar un encuentro de interesada extensión familiar.

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Que Rueda se olía la tostada con su salmoncito encima, casi seguro; pero que esperaba una reunión más informal, casi que también. A cambio se encontró con un grupo de personajes que eran familiares entre sí; pero que él, excepto a su cuñada y marido, desconocía. Todos muy lisonjeros en exceso, mucha enhorabuena Alfonso por aquí, mucha falsedad por allá.

Destacando en el cuadro una pretenciosa, demasiado engalanada mesa de ocho cubiertos con sus velitas, lacitos, servilletas en flor... Ante semejante puesta en escena, en aquel ambiente amanerado y ficticio, hay que decir que el invitado supo estar a la altura. Es decir, adoptando desde el primer momento una actitud fría, distante, tensa y hasta despreciativa, rozando la mala educación . Muy justificadamente.

Lo cual tampoco debió costarle demasiado esfuerzo, siendo él como es, de natural ácido y desagrable.

De modo que, a pesar de los empeños de la anfitriona - o se podría decir, con mayor propiedad, que precisamente debido a sus excesivos esfuerzos - aquello resultó un fracaso con sordina, sin apenas conversación ni rastro de la mínima empatía por parte del agasajado. Antes de las doce de la noche Rueda y su joven cónyuge ya se estaban despidiendo. El todavía más estirado de lo que había llegado.

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Transcurrido poco más de un año, uno de los asistentes, para más señas asesor fiscal de profesión, se presentó en un despacho de Hacienda de A Coruña para permitirse tratar de intimidar a su ocupante invocando altos contactos en la Administración, aunque sin mencionar a Rueda. Por un asunto tributario relacionado precisamente con su suegra. Sin conseguir lo que pretendía.

Total, que ni colorín ni colorete ni colorado.

Enlace:
ALFONSO RUEDA VALENZUELA. EL MÁS BORDE DE LA CASTA POLÍTICA